Miguel Cuevas Sánchez: diciembre 2015

Y así nos despedimos de suelo español.

Sí, se me hincharon los píes y se me quedo el culo medio dormido pero después de trece horas esto fue lo primero que vieron mis ojos por la ventanilla del avión.

Los andes

Y bueno en este justo momento a las 09:50h. comenzó nuestra historia en Chile, de la que os voy a contar nuestros comienzos.

Llegamos a Santiago y nos recibió Carla y su familia, estuvimos cuatro días carreteando (de fiesta) a base de terremotos, piscola y chelas (cerveza) conocimos a los amigos de Carla unas bellas personas que nos recibieron con los brazos abiertos.
Después nos dejaron en Viña del mar donde Cecicilia y Gustavo estaban esperándonos, fueron nuestros padres por tres días y se lo agradezco profundamente, nos ayudaron a sentirnos como en casa.
Más tarde encontramos nuestro piso en Valpo, que compartimos con Francisca, Gonzalo, Philipe y Marta, vaya quienteto...
Y si, por fin plante el huevo después de tres meses, voy a quemar todas mis maletas jejeje.
Esta felicidad de soltar la mochila fué relativamente corta a los pocos días ya estábamos viajando de nuevo esta vez a Pucón, en el sur de Chile, 12 horas de autobús, que se me hicieron cortas, que asientos... parecían camas de matrimonio. El transporte aquí es de las pocas cosas baratas, unos 40 euros ida y vuelta nos costó, por que la comida... es más cara.
Pucón es un pueblo al sur de Chile, dedicado principalmente a las actividades de turismo activo, sus ríos son famosos para la práctica del kayak, además cuenta con un volcán en plena actividad, el año pasado estalló, tiene paisajes increibles, cascadas, lagos y termas naturales, un sitio espectacular.

Os hablaré de Valparaiso y de la gente (Porteños) desde mi percepción.
Es una ciudad costera bañada por el océano pacífico, principalmente fue y es una ciudad portuaria, las viviendas se han tenido que adaptar a las diferentes formas caprichosas de los cerros, lo que hace de Valparaiso un lugar de bellos rincones, escalones interminables, calles serpenteantes y cuestas que cuestan y mucho, en las calles se respira buena onda (buen rollo), se palpa el arte en sus paredes y en sus casas coloridas, la gente dice que Valpo te atrapa y ahora lo estoy empezando a entender. Respecto a sus gentes y el estilo de vida lo asemejaría a la locura del entorno, aquí la vida es caótica, no hay ley, se vive el día a día, pero eso hace de Valpo la ciudad tan encantadora que es. La calle es el comercio aquí se compra y se vende de todo y a todas horas, las micros (los autobuses) son formulas 1, los conductores se toman muy enserio el llegar a meta lo antes posible y esto hace que se me apriete el poto (el culo) cada vez que me subo a una, que miedo¡¡¡¡
Pero sin duda lo que más me gusta es la gente, conversar, disfrutar de un vino en la puerta con Camila hablando sobre la vida, ir con Karina a hacer telas y que me enseñe verdaderas lecciones de vida, compartir un día de playa con paz, escuchar a Philipe trotar por las mañanas en el departamento (el piso) este chico es puro nervio y dormir alguna que otra noche abrazado a mi chusi, sin duda mis vivencias están cargadas de significado personal para mí, las cosas no pasan por casualidad y aquí estoy para descubrirlas todas.

Irse de tu país no es fácil, todo es nuevo y diferente, estas lejos de las personas que quieres y te sientes como perdido, pero el cuerpo es sabio y empieza a funcionar de manera diferente, empiezas a tener recursos que ni siquiera yo sabía que tenía, comienzas a disfrutar, a conocer, a luchar y todo empieza a saberme realmente delicioso, la necesidad hace funcionar al cerebro de una manera espectacular.

Cada pequeño logro como bajarte en la parada correcta del autobús, hacer tu primera amistad, pasear y no perderte, fumarte un cigarro viendo a los lobos marinos (eso me da la vida lo hago a diario), todo esto hace que me sienta bien, las expectativas eran altas antes de venir pero según pasa el tiempo, están siendo increíbles. Creo que hay que reventar esta vida hay tantos rincones, tantas personas que conocer, tantas culturas y la vida pasa como una estrella fugaz si parpadeas te lo pierdes. Hay que atreverse, hay que lanzarse a la charca y embarrarse, hay que hacer lo que más miedo nos dé, como dice Einstein (si buscas resultados diferentes no hagas siempre lo mismo) y como me enseño mi amiga Estefi "La vida no debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de llegar a salvo con un cuerpo bonito y bien conservado, sino más bien llegar derrapando entre una nube de humo, completamente desgastado y destrozado, y proclamar en voz alta ¡uff vaya viajecito!".

Según pasa el tiempo creo estar encontrando realmente el sentido a mi viaje, pero como dice una amiga:
Miguel, no cuentes tus secretos, si algún día los cuentas quizás te veas obligado a realizarlos por que ya creaste expectativas...

Pasan los días y no me olvido de vosotros, os siento muy cerca...

Os dejo algunas fotillos de algunos rincones